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28 octubre, 2013

Apología al cine de terror, en un periódico pereirano

Este fin de semana en el diario Risaraldense La Tarde se publicó, en espera del Halloween, un entretenido artículo sobre del cine de terror que engloba desde su definición hasta los esfuerzos que se han hecho localmente por producirlo. Como para este entrevistaron algo de, ejem, talento local, incluyéndome a mi, aquí se los pongo para que lo lean:



Publicado originalmente en La Tarde por Clarybell Moncada


Ilustraciones: Pablo Calle.
(Ilustraciones: Pablo Calle. )
 
 

¿Te gusta sentir miedo?

Apología al cine de terror
ESCENARIO 1 (INT, SALA DE CINE, NOCHE)
La luces están apagadas y el proyector encendido. El aire acondicionado hace de las suyas y el letrero de salida de emergencia se ve alumbrando al final de la sala. El olor a maíz pira se esparce por cada rincón, mientras se oye el sorbo de gaseosa de la persona al lado y el paquete de mecato que se abrió en la fila de más adelante. La frente de los espectadores está arrugada y sus pupilas dilatadas miran al frente.

La presión arterial, la glucosa en la sangre y la actividad cerebral aumentan. Hay adrenalina. El corazón bombea a mayor velocidad y la sangre fluyó a las extremidades inferiores preparándolas para la huida. Algunos espectadores en la sala se pusieron las manos sobre el rostro y una mujer de atrás gritó.
-Esta vez la víctima que sale en pantalla logró huir-.

Definición
Dentro del maravilloso mundo del séptimo arte existe un género que se encarga única y exclusivamente de generar miedo en su audiencia. El cine de terror y horror para muchos puede no tener diferencia, pues el fin es el mismo sin importar los medios que utilice, sin embargo es válido dejar en claro las características de cada uno de estos géneros que nos ponen los pelos de punta:

En el género de terror quien tiene la labor de transmitir el pánico tiene un origen terrenal y por ende una explicación racional, debe tratarse de un fenómeno “científicamente comprobable” o bien, de un hecho surgido de un experimento de acto humano. El asesino en serie de “Halloween” o el de “The Texas Masacre”, la temible criatura que sale del fondo del mar en la película de Steven Spielberg  “Tiburón” y la misión que tiene la tripulación en “Deep Impact” de salvar el planeta, son ejemplos claros de este género.

Por su parte el cine de horror debe tener un origen paranormal, sus ingredientes son elementos sobrenaturales, desconocidos y sin explicación alguna para el ser humano. El juego de los sueños, premoniciones, hipnosis y visiones se ajustan perfecto a su estilo, al igual que la intervención de fuerzas oscuras, espíritus malignos, posesiones demoníacas o la aparición de hasta el propio diablo. Las visiones de seres muertos de un niño en “The Sixth Sense” y “Rosemary’s Baby” dirigida por Polanski basada en la novela homónima de Ira Levin, son relevantes para hablar del género.


Surgimiento

Las historias de los grandes clásicos de la literatura gótica y fantástica como la de los ingleses Mary Shelley con “Frankenstein” y Bram Stoker con “Drácula”, el estadounidense Edgar Allan Poe con sus cuentos de terror y el francés Gastón Leroux creador de “El fantasma de la ópera”, daban a los guionistas todo lo que necesitaban: criaturas extrañas, movimientos inexplicables, ambientes perturbadores y el misterio por resolver.

Estas fieles inspiraciones cinematográficas empezaron a surgir frente a pantallas desde principios del siglo XX, pasando por los años 40 donde el auge fueron las “ensaladas”, (monstruos clásicos que compartían una misma película) y animaciones en Stop Motion como la del gorila gigante en 1949. Las notas punzantes y discordantes en la ducha las traería Hitchcock con “Psicosis” y “La noche de los muertos vivientes” bajo la dirección de George A.
Romero generaría un antes y un después para este género cinematográfico encantado con los zombies.

Movimientos sutiles, salidas en cámara del “monstruo”casi al final de la trama, sin sangre que salpicara y escenas controladas de posesiones eran suficientes para alarmar a los espectadores, además la censura generada en Hollywood con el código Hays exigía a los directores enfocarse en preservar exclusivamente “la moral de las películas”. Sin embargo llegaría la década de los 60 y con ella la desaparición del código lo que daría paso al sistema de clasificación por edades que se conserva en la actualidad.

Para Samuel Castro, miembro de la Ofcs (Online Film Critics Society) hoy en día no hablaría de una evolución, sino de un cambio de tendencias en el cine de miedo, “pasamos de esa etapa terrible del terror adolescente que vivimos a comienzos de siglo y finales del pasado, para buscar un terror más elaborado, volviendo, por supuesto, a las raíces: las casas embrujadas, los espíritus y las brujas. El hecho de que haya series como “American Horror Story” y la buena taquilla de películas como “The Conjuring”, confirman que hay otra vez un interés por explorar los temas clásicos”.

Su público
“A la gente le gusta asustarse, pero siempre y cuando sea en un ambiente controlado. En el fondo consciente de saber que no es real, y que no le va a pasar nada. La persona pega un brinco, pausa, respira y luego se ríe” explica el fanático del cine de terror y creador del blog cinedehorror.blogspot.com Julián Ramírez sobre el porqué este género se vuelve tan cautivante.

La producción del cine de terror es de muy bajo costo en comparación a la realización de cine de otro tipo de género, precisamente porque no utiliza grandes nombres dentro de su casting, y porque en efectos especiales es mucho más económico crear prótesis y maquillaje que los producidos en computador para poder realizar películas como “Iron Man”, por ejemplo.

De lo anterior son muy conscientes los fanáticos del cine de terror, como Julián, quien se atreve a decir pertenecer al grupo más fiel que haya a un género, pues estas producciones están limitadas a un nicho de gente que de por sí le gusta y tiene que verla para tenerla como referente y de la ocasional persona que quiere ir a que la asusten. Así también, el boca a boca se convierte en el éxito de la película en taquilla, no siempre en calidad, porque como dice Samuel Castro “hay que reconocer que en el medio se cuelan personalidades que hacen películas malas, porque el terror es barato de hacer y siempre tendrá una audiencia de adolescentes que quiere ir a cine a gritar”.

Movimiento nacional y local
En Colombia, a pesar de ser un escenario muy nuevo en el tema cinematográfico, se ha contado con  personas arriesgadas a cambiar el típico humor fácil y el mundo de los narcos y prepagos por historias aterradoras y fuera de lo común. Como ejemplo de ello se puede evidenciar en la década de los 80, con el movimiento llamado “Caliwood”, a exponentes como Carlos Mayolo y Luis Ospina, que se atrevieron a cambiar el panorama con producciones como “Pura Sangre” y “Carne de tu Carne”.  

Más recientemente logramos ver en las carteleras de cine “Al final de espectro” estrenada en 2006 y dirigida por Juan Felipe Orozco y en 2011 “El páramo” de Jaime Osorio. Por su parte en Pereira, con la productora Radical Film a cargo de Xavier Markus, se han creado producciones como “El carnicero paraco” y “La Noche Oscura” que al mejor estilo del cinema-veritas o cámara en mano, logra enfrentar al espectador con imágenes tenebrosas. 

Para este contador de historias pereirano lo imprescindible para que el espectador se sienta a gusto con una producción de terror, es que la trama genere expectativa y suspenso en situaciones extremas que probablemente le puedan ocurrir, y que aún así, cuando salga de la sala de cine se encuentre con el beneficio de la duda permanentemente.

“Uno no puede encasillarse en una sola línea, las películas pueden tener temas oscuros y paranormales pero a la vez tratarlos con humor, lo importante es que la sociedad a través del cine y de esta ficción pueda ver reflejado hasta dónde pueden llegar las acciones del ser humano y sus actos violentos para así hacernos reflexionar a nosotros mismos” Explica Markus.

Lo que queda claro con el cine de terror es que esta es una industria que siempre será promisoria, es  de bajo costo y juega en pro de los comportamientos del ser humano como por ejemplo el contrafóbico: mientras que algunas personas huyen de lo que temen, otras lo buscan. Y es que según las investigaciones científicas cuando nos encontramos ante situaciones potencialmente peligrosas la amígdala cerebral (almacenamiento de reacciones emocionales) nos ayuda a navegar por la delgada frontera entre la aproximación y la evitación, de este modo, la fascinación y el temor trabajan juntos para sacarnos del apuro, aunque esté en pantalla.

1 comentario:

jcninov dijo...

Julián Ramírez????? Yo me imaginaba algo mas "Hollywoodesco".

Mejor dejemolo en Sir Laguna.